¿Quién necesita un certificado de eficiencia energética?
El certificado de eficiencia energética es una herramienta indispensable para hacer transparente el consumo energético de los edificios. En Alemania, es obligatorio para casi todos los edificios residenciales y comerciales si se alquilan, venden o arriendan. El certificado de eficiencia energética evalúa la eficiencia energética de un edificio y muestra cuánta energía necesita de media para calefacción, agua caliente y ventilación. El objetivo es hacer comparables los requisitos energéticos y, al mismo tiempo, impulsar medidas de rehabilitación. Existen dos versiones del certificado de eficiencia energética. El certificado de consumo se basa en los datos de consumo energético medido de los últimos tres años. Es rentable e ideal para edificios con datos de consumo disponibles. El certificado de demanda, en cambio, calcula la demanda energética teniendo en cuenta la estructura del edificio y los sistemas técnicos, lo que lo hace más preciso al ser independiente del comportamiento de los usuarios.
Se exige un certificado energético para los edificios de viviendas que se venden, alquilan o arriendan. Se exceptúan los edificios protegidos y los pequeños edificios de menos de 50 metros cuadrados de superficie. El certificado de eficiencia energética proporciona información como el tipo de certificado (certificado de consumo o de demanda), el año de construcción y el sistema de calefacción del edificio, la demanda de energía primaria o el consumo de energía, las clases de eficiencia energética de la A+ (muy eficiente) a la H (menos eficiente), así como sugerencias de mejoras relacionadas con la energía. De este modo, las partes interesadas pueden evaluar fácilmente la eficiencia energética y los costes de funcionamiento estimados. Los propietarios reciben recomendaciones específicas para las reformas y, al mismo tiempo, cumplen los requisitos legales, evitando así multas.
Los certificados energéticos sólo pueden ser emitidos por profesionales autorizados, como arquitectos, ingenieros o consultores energéticos. Los costes varían en función del tipo de certificado y de la complejidad del edificio. Los certificados de consumo cuestan entre 50 y 100 euros, mientras que los de demanda rondan los 300 euros. El certificado de eficiencia energética fomenta la construcción y renovación energéticamente eficientes, crea transparencia para posibles compradores e inquilinos y proporciona a los propietarios información valiosa sobre cómo optimizar sus propiedades. Cuando se utiliza correctamente, tanto el medio ambiente como las finanzas salen beneficiados.